Trastornos y Enfermedades de la Piel: Lo Que Toda Aspirante a Esteticista Debe Saber
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y actúa como una barrera protectora frente a agresiones externas. En estética, comprender sus trastornos, lesiones e infecciones no solo es esencial para brindar servicios seguros y eficaces, sino también para saber cuándo referir al cliente a un médico. Aquí te explicamos lo que necesitas saber sobre trastornos cutáneos, lesiones, contraindicaciones e infecciones, según los principios fundamentales del libro Milady.
🧬 Trastornos de la Piel: Más Allá de la Superficie
Los trastornos de la piel pueden ser de origen genético, inmunológico, hormonal o ambiental. Algunos de los más comunes en la práctica estética incluyen:
- Acné: Trastorno inflamatorio de las glándulas sebáceas que genera comedones, pápulas y pústulas. Muy frecuente en adolescentes, pero también puede afectar a adultos.
- Rosácea: Afección crónica que causa enrojecimiento facial persistente, vasos visibles y brotes similares al acné. Su tratamiento requiere mucha delicadeza.
- Dermatitis seborreica: Inflamación con escamas grasosas o secas, a menudo en el cuero cabelludo o rostro.
- Psoriasis: Trastorno autoinmune que produce placas escamosas, enrojecimiento y descamación.
- Hiperpigmentación: Manchas oscuras por exceso de melanina, común tras la exposición solar o inflamación.
Identificar correctamente estos trastornos es crucial para determinar si se puede realizar un tratamiento estético o si debe posponerse o adaptarse.
🩸 Lesiones Primarias y Secundarias
Las lesiones en la piel se clasifican en primarias y secundarias, y su identificación es fundamental en el diagnóstico visual.
🔹 Lesiones primarias:
Son las primeras manifestaciones visibles de un trastorno. Ejemplos:
- Mácula: Mancha plana (como un lentigo).
- Pápula: Elevación pequeña sin pus.
- Vesícula: Pequeña ampolla con líquido claro.
- Pústula: Similar a la vesícula, pero con pus.
🔸 Lesiones secundarias:
Evolucionan de las primarias o se deben al rascado, cicatrización u otras causas externas.
- Costras
- Escamas
- Cicatrices
- Úlceras
Un buen análisis visual ayuda a determinar si el cliente es apto para recibir tratamientos faciales, exfoliaciones o masajes.
🚫 Contraindicaciones: Saber Cuándo Decir “No”
En estética, una contraindicación es cualquier condición que impide realizar un tratamiento porque puede agravar el problema o poner en riesgo al cliente.
Contraindicaciones absolutas:
- Fiebre o infección general
- Heridas abiertas
- Enfermedades infecciosas activas (como herpes, tiña)
Contraindicaciones relativas:
- Acné severo activo
- Rosácea en brote
- Medicación fotosensible
Como esteticista, es vital hacer una evaluación previa completa, preguntar por enfermedades de la piel y medicamentos, y tener el criterio para referir al cliente a un dermatólogo si es necesario.
🦠 Infecciones: El Enemigo Silencioso
Las infecciones cutáneas pueden ser causadas por bacterias, virus, hongos o parásitos. Además de representar un riesgo para la salud del cliente, pueden contagiarse si no se toman medidas de higiene adecuadas.
Tipos comunes de infecciones:
- Bacterianas: Impétigo (ampollas con costras amarillas), foliculitis, celulitis.
- Virales: Herpes simple (ampollas en labios o zona genital), verrugas.
- Fúngicas: Tiña corporal, tiña pedis (pie de atleta).
- Parasitarias: Sarna (ácaros que causan picazón intensa).
En todos estos casos, el tratamiento estético está contraindicado. Se debe desinfectar el área de trabajo y remitir al cliente a un profesional médico.
🧼 Prevención y Profesionalismo
El conocimiento de las enfermedades y trastornos de la piel no solo te prepara para el examen, sino que te convierte en una esteticista responsable, segura y ética.