¿Por qué las francesas no engordan? El secreto detrás del estilo de vida francés

La figura esbelta de las francesas ha intrigado a muchos. Aunque disfrutan de croissants, queso y vino, mantienen una apariencia saludable. ¿Cómo lo logran? No es magia; es un estilo de vida equilibrado, una relación consciente con la comida y una perspectiva particular sobre la belleza. A continuación, te explicamos las razones detrás de esta aparente paradoja.

1. La clave: moderación en la dieta

Las francesas no siguen dietas estrictas ni prohíben ciertos alimentos. En lugar de eso, practican la moderación. Comen pequeñas porciones y disfrutan de cada bocado. Para ellas, comer es un placer, no una obligación. Prefieren alimentos frescos y naturales, y evitan los productos ultraprocesados. En una comida típica, puedes encontrar verduras frescas, proteína magra y una pequeña porción de carbohidratos. Los postres están permitidos, pero siempre en cantidades moderadas.

2. Rutina diaria equilibrada

El día a día de las francesas incluye caminar. Evitan el automóvil siempre que pueden y prefieren moverse a pie o en bicicleta. Esta actividad constante ayuda a mantener su peso y a mejorar su salud cardiovascular. Además, muchos practican actividades como yoga o pilates, que fortalecen el cuerpo sin necesidad de largas sesiones de ejercicio intenso.

3. Aprecio por la calidad sobre la cantidad

La dieta francesa prioriza la calidad sobre la cantidad. En lugar de comer mucho de algo, prefieren poco de algo realmente bueno. Por ejemplo, un trozo de chocolate oscuro de alta calidad puede ser suficiente para satisfacer un antojo dulce. Este enfoque hace que cada comida sea especial y evita el exceso.

4. Apreciación por la belleza natural

Las francesas valoran la belleza natural y auténtica. Para ellas, la belleza no radica en la perfección, sino en la personalidad y el estilo único. Su enfoque hacia la belleza es menos superficial y más sobre sentirse bien consigo mismas. Esta actitud reduce la presión de cumplir con un estándar físico rígido, lo que se traduce en menos obsesión por la báscula y más autoconfianza.

5. Relación saludable con la comida

En Francia, la comida se disfruta con calma. Las francesas no comen rápido ni mientras están distraídas; prefieren sentarse, disfrutar de su plato y conversar con los demás. Esta práctica de comer conscientemente permite a las francesas reconocer cuándo están satisfechas, evitando comer en exceso.

6. ¿Qué pasa si tienes sobrepeso en Francia?

Aunque Francia promueve la salud, no es tan común la discriminación hacia quienes tienen sobrepeso. Sin embargo, el sobrepeso no se ajusta al canon estético tradicional francés. La sociedad francesa valora la salud y el cuidado personal, por lo que existe una preferencia por una figura esbelta. Pero también existe una actitud de aceptación hacia distintas formas de belleza.

7. El canon de belleza femenino francés

La mujer francesa ideal se caracteriza por una belleza natural, sin excesos de maquillaje y una elegancia sencilla. La actitud y el estilo personal son tan importantes como la apariencia física. Para ellas, la belleza radica en ser auténticas y seguras de sí mismas, y esta perspectiva reduce la presión de alcanzar un estándar específico.

El secreto de por qué las francesas no engordan no se basa en prohibiciones ni dietas rígidas, sino en un estilo de vida equilibrado. Practican la moderación, se mantienen activas de forma natural y valoran su cuerpo tal como es. Este enfoque hace que el mantener un peso saludable sea una consecuencia, no una meta constante. El equilibrio, la aceptación y la moderación son los verdaderos pilares del estilo de vida francés.

La alimentación francesa se basa en calidad, frescura y sabor, con un enfoque en la moderación. A continuación, un vistazo a sus costumbres alimenticias diarias:

Desayuno (Le Petit Déjeuner)

El desayuno en Francia suele ser sencillo y ligero. Los franceses prefieren algo rápido pero delicioso:

  • Pan y pasteles: El clásico es la baguette fresca con mantequilla y mermelada, o un croissant crujiente.
  • Bebidas: Se acompaña con café (a menudo espresso o café au lait) o, en menor medida, con té o jugo de naranja.
  • Lácteos: Algunos disfrutan de un yogur natural o un poco de queso suave para complementar el desayuno.

Almuerzo (Le Déjeuner)

El almuerzo es una comida importante, especialmente entre semana, y se come con tiempo y calma. Muchos franceses aprovechan la pausa laboral para disfrutarlo sin prisas.

  • Entrante: A menudo incluyen una ensalada fresca o una sopa ligera de verduras.
  • Plato principal: Suelen elegir carnes magras como pollo o pescado, acompañadas de verduras frescas o arroz. También son comunes los platos con salsas ligeras o guisos sencillos.
  • Pan: La baguette es esencial y se sirve en prácticamente todas las comidas.
  • Postre: Un trozo de queso, una fruta o un yogur. En ocasiones especiales, un pastel o postre más elaborado, como una tarte aux pommes (tarta de manzana).
  • Vino: El almuerzo puede incluir una copa de vino, aunque depende del contexto. Vinos como el Beaujolais, el Bordeaux, o un Chardonnay son favoritos.

Cena (Le Dîner)

La cena francesa es ligera en comparación con el almuerzo. Se sirve entre las 7 y 9 p.m. y se disfruta con calma en compañía de familiares o amigos.

  • Sopa o ensalada: Muchos comienzan con una sopa ligera, especialmente en invierno, o con una ensalada simple.
  • Plato principal: Puede incluir una quiche, una omelette, o un plato de verduras asadas o salteadas con algo de carne o pescado.
  • Postre: Nuevamente, el queso o frutas frescas suelen cerrar la cena.
  • Vino: El vino también acompaña la cena, y dependiendo de la región y los platos, varía entre tintos y blancos. Vinos como el Pinot Noir o el Merlot son comunes para acompañar una cena.

Meriendas (Le Goûter)

La merienda es común, especialmente entre niños, pero los adultos también disfrutan de un tentempié por la tarde.

  • Snacks típicos: Chocolate oscuro, trozos de fruta, yogur o incluso un pequeño pastel, como el clásico pain au chocolat.
  • Bebidas: Toman café o té a media tarde. En algunas ocasiones, disfrutan de una copa de vino con un aperitivo ligero antes de la cena.

Quesos y vinos favoritos

Francia es famosa por su variedad de quesos y vinos:

  • Quesos: El Brie, el Camembert, el Roquefort y el Comté son algunos de los favoritos. Cada región tiene su especialidad, y los franceses suelen disfrutar el queso como parte de las comidas principales.
  • Vinos: En vino, los gustos varían según la región, pero el vino tinto es popular en toda Francia. Algunos de los más famosos son el Bordeaux, el Champagne, el Beaujolais, el Burgundy y el Sauvignon Blanc.

Frutas y panes

Los franceses disfrutan de frutas frescas y de temporada:

  • Frutas: Las manzanas, peras, uvas, higos y melones suelen estar en el menú diario. Las frutas frescas o asadas son postres comunes en las comidas.
  • Panes: La baguette es la más popular, pero también se consumen panes como el pain de campagne (pan de campo) y el pain aux céréales (pan de cereales).

Jugos y bebidas adicionales

Aunque el café y el vino predominan, también consumen jugo, especialmente de frutas cítricas como la naranja y el pomelo en el desayuno. También el agua mineral y las infusiones son opciones comunes durante el día.

En resumen, la alimentación francesa se centra en la calidad y en disfrutar cada plato con moderación.

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